domingo, 20 de mayo de 2012

Naciones Unidas . Declaración


En su resolución 2231 (XXI), de 20 de diciembre de 1966 (texto aquí, "Cuestión de Gibraltar"), las Naciones Unidas declararon:



La Asamblea General, Habiendo examinado la cuestión de Gibraltar,[...]. 1. Lamenta la demora en el proceso de descolonización y en la aplicación de la resolución 1514 (XV), de la Asamblea General a Gibraltar. 2. Invita a las partes a que continúen sus negociaciones, teniendo en cuenta los intereses de la población del territorio y pide a la Potencia administradora que acelere sin ningún obstáculo, y en consulta con el Gobierno de España, la descolonización de Gibraltar [...]

Un año después, en su resolución 2353 (XXII), de 19 de diciembre de 1967 (texto aquí, "Cuestión de Gibraltar"), las Naciones Unidas declararon:


La Asamblea General, Habiendo examinado la cuestión de Gibraltar, [...]. Considerando que toda situación colonial que destruya parcialmente o totalmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y específicamente con el párrafo 6º de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General, [...]. 1. Lamenta la interrupción de las negociaciones recomendadas en las resoluciones 2070 (XX) y 2231 (XXI) de la Asamblea General; 2. Declara que la celebración por la Potencia administradora del referendum de 10 de septiembre de 1967 contraviene las disposiciones de la resolución 2231 (XXI) de la Asamblea General y las de la resolución aprobada el 1 de septiembre de 1967 por el Comité Especial [...]. 3. Invita a los Gobiernos de España y del Reino Unido [...] a reanudar sin demora las negociaciones previstas en las resoluciones 2070 (XX) y 2231 (XXI) de la Asamblea General, con miras a poner fin a la situación colonial de Gibraltar y a salvaguardar los intereses de la población al término de esa situación colonial

viernes, 18 de mayo de 2012

Así nos robaron Gibraltar

http://www.nacionespanola.org/esp.php?articulo2493

"...En ese contexto de la Guerra de Sucesión, el 3 de agosto de 1704 se presenta ante Gibraltar una flota anglo-holandesa al mando del almirante Rooke. No viene en nombre de Inglaterra, sino del Archiduque Carlos; es decir, no es que los ingleses estén invadiendo España, sino que esa fuerza forma parte de los ejércitos de uno de los aspirantes al trono. La fuerza naval es importante: unos 900 cañones amenazan desde el mar. Las defensas de Gibraltar son exiguas: 80 soldados, un centenar de milicianos sin instrucción y 120 cañones de los que un tercio eran inservibles, al mando del sargento mayor Diego de Salinas. Los ingleses instan a la rendición en nombre del Archiduque. No obstante, como la mayor parte de España, incluido Gibraltar, ya habían prestado obediencia a Felipe V de Borbón, la fortaleza decide resistir. La flota anglo-holandesa bombardea a conciencia el peñón: cinco horas de cañoneo, unos 3.600 disparos. Finalmente la plaza se rinde. Es el 4 de agosto de 1704. Salinas no se rinde a los ingleses, sino a Carlos III de Austria, rey de España.

Pero es entonces cuando los ingleses hacen algo que, en rigor, sólo se puede considerar como un acto de piratería. El almirante Rooke, desobedeciendo las órdenes de su jefe, que es el Príncipe de Hesse Darmstadt, y aparentemente sin instrucciones directas de Londres, decide cambiar las tornas y tomar el peñón para la reina Ana de Inglaterra. Las tropas que habían tomado Gibraltar se entregan al asesinato, la violación y el saqueo. El Santuario de Nuestra Señora de Europa fue ultrajado; las imágenes sagradas, decapitadas..."

la ocupación británica de Gibraltar fue un “acto de piratería

http://www.upyd.es/contenidos/noticias/5/19649-Visita_de_la_princesa_Ana_de_Inglaterra_a_Gibraltar


Hace tres siglos, durante la Guerra de Sucesión Española, el Almirante Rooke reivindicó Gibraltar para la reina Ana de Inglaterra. Desde entonces, España está reclamando la soberanía de la Plaza. Más recientemente, la ONU ha indicado explícitamente y en repetidas ocasiones que Gibraltar debe ser devuelta al Reino de España. En la página 586, del tomo 10 de la Enciclopedia Británica de 1879, se puede leer que la ocupación británica de Gibraltar fue un “acto de piratería contrario al honor de Inglaterra”. Gibraltar es también hoy refugio de piratería para millares de empresas libres de impuestos que no operan localmente. En la actualidad hay 81.000 empresas registradas en un territorio donde residen 28.603 habitantes, y donde el lavado de dinero constituye su principal actividad económica (según informes GAFI-OCDE). Con la ayuda y beneplácito de Gran Bretaña, han hecho las leyes fiscales a la medida de sus necesidades. Unas leyes que son declaradas ilegales constantemente por la Comisión Europea. Gibraltar incumple más de sesenta directivas europeas, por lo que la Comisión Europea pide a Gran Bretaña que elimine la legislación fiscal de la Colonia. Es un escándalo que España, Gibraltar y el Reino Unido no tomen las medidas necesarias para acabar con esta situación. También es frustrante que el resto de Europa consienta (a través de la inacción) la última colonia en suelo europeo, y no se actúe con la contundencia que otorga la razón.

El Reino Unido debería recapacitar y dejar de promover estas situaciones, por diversos motivos. Entre ellos está el hecho que Inglaterra no está en posesión de una completa soberanía de Gibraltar ya que en Utrecht no se cedió la Jurisdicción Territorial; lo que significa incapacidad legal para otorgar leyes en el territorio. Este hecho incapacita para la acción de gobierno. Además, en el Tratado de Utrecht de 1713 solo se contempla la cesión de la roca sin las aguas circundantes. También excluye el Istmo y cierra toda comunicación por tierra con el resto de España. El escandaloso saqueo protagonizado recientemente por la empresa OME cuyas embarcaciones “Ocean Alert” y Odyssey Explorer”operaron desde la Colonia, es una reciente evidencia de la flagrante violación de la jurisdicción de las aguas circundantes. Pero en estos momentos las cosas se están complicando todavía más debido al llamado “Proyecto del Este” donde se está ganando terreno al mar. Los 380,000 m2 de superficie que se pretenden ganar suponen una descarada violación de la soberanía de España: País socio, amigo (al menos en teoría), y aliado de Inglaterra desde hace décadas. Para colmo, no existe el preceptivo informe europeo de Impacto Ambiental para un proyecto que influirá negativamente en las corrientes y mareas de las costas andaluzas. Por ello es necesario que Bruselas intervenga. En cuanto al Itsmo, ahora ocupado contra la Ley por Gran Bretaña, fue prestado a los ingleses en el siglo XIX por causas humanitarias y por patriotismo (muchos españoles consideramos a los gibraltareños como nuestros compatriotas). Una epidemia de fiebre amarilla obligó a aislar a la población afectada en la zona del Istmo que se dejó por España a tal efecto. Sin embargo, Inglaterra se quedó y ahí siguen… En justicia, Gran Bretaña debe devolver la soberanía de Gibraltar al Reino de España, dando la posibilidad de mantener la ciudadanía británica para los ciudadanos gibraltareños que así lo deseen.

En 1862 el estadista británico John Bright afirmó que Gibraltar fue usurpado por Inglaterra en unos momentos en los que no había guerra entre españoles e ingleses, por lo que esa acción contravino toda ley moral y cualquier código de honor posible.

Si Gibraltar es el último Santo Grial de su pasado colonial, la música de bienvenida con el tema de Indiana Jones resulta bastante apropiada para lo que parece una búsqueda de paliar la menguante Metrópoli que intenta hacer de la ocupación su última ilusión en la Historia.